martes, 30 de octubre de 2012

Importancia del Autoestima

¿Por qué es importante la autoestima?

          De acuerdo con Díaz-Aguado (1995), el optimismo o, lo que es lo mismo, la atención selectiva hacia los aspectos positivos de la realidad, tiene una gran importancia desde una edad temprana. Está estrechamente relacionado con el bienestar y la autoestima. Hay que decir que, en general, los niños con discapacidades suelen tener más problemas para construir un autoconcepto adecuado. El niño con necesidades educativas especiales puede infravalorarse al enfrentarse diariamente con algunas dificultades. Este riesgo aumenta si las personas más significativas para el niño como los padres, profesores o compañeros niegan la existencia de la necesidad especial y le exigen igual que si no la tuviera. Su autoestima mejorará cuando se le ayude a aceptar su discapacidad y a realizar los esfuerzos necesarios para compensar aquello que más le cuesta.

        La baja autoestima que se aprecia en muchos de estos niños no tiene por qué estar causada por su discapacidad, sino por las tareas que se le piden al niño. Si le pedimos que haga cosas demasiado difíciles o simplemente hacemos siempre las cosas por él, estaremos produciendo un déficit en su motivación. Es lo que se conoce como indefensión aprendida, y se puede apreciar en aquellos niños que anticipan el fracaso y hace que cada vez inicien menos intentos para dominar situaciones difíciles. No está relacionado con su discapacidad, sino con su ambiente de estimulación y aprendizaje. Todo ello hace que el individuo sea inseguro y dependiente de la aprobación de los demás. En el ámbito de los niños con síndrome de Down es fundamental proporcionarles experiencias de dominio y reconocimiento en los ámbitos que más dificultad les suponen. Es importante evaluar la capacidad de afrontamiento de cada niño y ayudarle a plantear metas realistas que pueda conseguir de forma independiente.

¿Qué es la autoestima?

Lo que importa es como te vez a ti mismo....

Autoestima


 


         La autoestima es, en líneas generales, la valoración que hacemos de nosotros mismos. No significa lo que uno es, sino lo que uno cree que es. La autoestima se corresponde con distintas facetas, todas ellas relacionadas:

» Las relaciones sociales: ¿Cómo nos ven los demás?
» El aprendizaje y destrezas: ¿Cómo valoramos lo que hacemos, el esfuerzo y su resultado?
» La familia y el entorno: ¿Cómo nos ven padres, hermanos, profesores, compañeros...?
» Y con la imagen corporal que cada persona tiene interiorizada: si físicamente nos sentimos aceptados.

          Una persona con una alta autoestima es capaz de quererse y aceptarse, con todas sus capacidades y limitaciones, y estará, por lo tanto, predispuesta a mejorar y perseverar para superar retos a lo largo de la vida.

Es en la niñez cuando se va desarrollando el concepto que uno tiene sobre sí mismo, a través de las diversas experiencias vividas, lo que ven y oyen en su entorno y las oportunidades que reciben. Sin embargo, hay que decir que la autoestima no es estática, se va forjando en la infancia, pero es susceptible de mejorar para posibilitar una mayor confianza en uno mismo.